Sillones que fingen vapor saliendo de la taza,
líquido hirviente, concentrado.
El pensamiento de la soledad,
el tiempo que no pasa,
la lentitud de los sentidos
y mi pluma que esta vez no corre,
camina.
Un café de recuerdos, de soledad,
simplemente un café espresso,
sin espuma, sin azúcar, sin luz,
en taza mínima,
escribiendo.
-¡espresso doble, cortado, largo, por favor!-
Un café como mi día,
simplemente un café.
domingo, 24 de junio de 2007
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