miércoles, 27 de junio de 2007

Ejercicio de retórica

Para Lizz

Antes de comer miras tu plato,
le tocas el contorno y la luz que lo recubre.
No es por ser hambriento,
pero mi plato casi está vacío,
casi desierto por la prisa de escribirte.
Los vasos, la canasta con el pan,
las servilletas y la jarra no te importan.
A mí tampoco.
Digo que sólo estorban a tus manos,
a su paso exploratorio de Comando o vagabundo,
que sólo dicen lo que tú no escuchas,
que sólo hablo y hablo y hablo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Oye, mi amigo, dedicate a otra cosa, por tu bien y el de la nación. Mira, hay personas que tenemos un talento transferido por grandes poetas. Yo doy clases en universidades, tengo varias publicaciones en Alemania, Inglaterra, Japón, Noruega ¿Qué cómo me llamó? No me conocerías.

Anónimo dijo...

Hey, te conocí en una lectura que diste en el D. F., la verdad es que me gustaron tus poemas, sin tanta pretensión, bueno, a veces. Vivo en Monterrey, tengo un negocio de comida mexicana y japones,cuando andes por aquí los tacos los pago yo. Salu2.