jueves, 8 de mayo de 2008

Tiros al aire

Para Lizz

Sobre las cosas descansa el uso. Descascaradas o bien pintadas señalan, concretan la sospecha, acerca de la insistencia fetichista u obligatoria que su dueño tiene hacia ellas.

En la combustión hecha por el motor de un auto, algo hay de sorpresivo: se parece mucho al sonido de mi estómago, a su explosión maloliente.

Guardamos y amontonamos objetos apreciando más la compañía que nos hacen que para lo que sirven.

El éxito de los bolsillos viene del entusiasmo por el pudor y la propiedad privada.

Las vacaciones son ese lapso en donde la soledad nos encara directamente. Eso como resultado del cierre por la temporada de nuestros lugares favoritos y por la partida de casi todos nuestros amigos al mar para patalear.

El panzazo, esa forma de lo chusco y de lo necesario (en especial cuando el calor ha decidido desafiar toda escala de medición en el termómetro).

Tentativa para el día domingo: dormirnos hasta que sea lunes.

martes, 6 de mayo de 2008

Un peón muy solitario

Los libros sobre ajedrez, hasta donde me he dado cuenta, se encaminan totalmente a la habitación de los entendidos y a ese numeroso grupo esmerado en la fachada: los esnobs. Abrir uno de esos descomunales manuales que explican el juego –explicaciones a veces tan restrictivas como autoritarias– es una forma de entrar a un laberinto donde cada figura se ve situada a un hermetismo y a un misterio pasmosos, donde cada estrategia colinda fácilmente con un problema lógico-matemático, haciendo del entendimiento un nudo que difícilmente se desata. Hay una clara intención en el no ajedrecista ya no digamos de descifrar sino de adivinar lo que se encuentra frente a sus ojos a causa de una obsesión por destapar, zambullirse, en el significado de las figurillas. Lo mismo pasa por ejemplo con las partituras, es decir, las notas en el papel –esos signos tan parecidos a un montón de insectos aplastados– muestran un temperamento huraño hacia los extraños y a su tentativa de escuchar en la mente no un canto, cosa imposible para casi todos, sino apenas un murmuro. Hay que tomar clases de música, perder algo de tiempo, para ingresar lentamente al salón de los iniciados e imaginar una audición decente, a medias. No pertenecer a un grupo lleva comúnmente al cuchicheo, a la práctica un tanto consistente de la criticonería al servicio de un rencor oculto, pasional. Nos convertimos en detractores menos por juicio y decisión que por coraje y berrinche.
La historia del ajedrez ha pasado de largo a todos los que no sabemos las reglas de arranque, el nombre de las piezas ni la alineación que ocupan en el tablero, nos manda a una especie de catacumba donde la vergüenza es uno de los inquilinos más constantes y severos. Pero se trata solamente de una vergüenza momentánea, aparecida a la hora de la comida o en el encuentro con personas que saben del tema. No saber de ajedrez, al igual que no hacerlo de filosofía, de béisbol o de manicura, por ejemplo, algunas veces trunca la plática y elimina de la mesa todo signo de convivencialidad. Es fácil para mí darme cuenta de cómo las pláticas con mis amigos ajedrecistas poco a poco terminan por volverse un catálogo de términos apantallantes, movimientos y posiciones secretísimos y dicharachería sobre el juego que no acabo de entender; prácticamente cualquier tentativa de mi parte por meter mi cuchara en el asunto, no pocas veces apasionado y neurótico, resulta un balbuceo, un intento y nada más. Termino por quedarme con la boca cerrada y con los oídos atentos.

martes, 29 de abril de 2008

Nota y ya de un Caballero de la Diva Botella

Lo tóxico de ciertos poetas, de su estertor punk, llega potente y necesario, bienvenido, por estos días en los que pareciera que la mayor parte de la poesía se ha volcado a un lenguaje "adormilado", "inofensivo". Ya Luigi Amara lo ha dicho en la contratapa del libro de Monserrat Álvarez Bala Perdida. Confieso: el principio de esta nota, y de la idea en general, parte de esa contrapa que escribió Amara, de su acertado dardo a la condición de algunos poetas. La idea y la nota son un remix y una manera de extender lo necesario que también es leer a otra clase de poetas, de otro trato hacia el lenguaje, de trato loco, desquiciado, deslenguado. La poesía se salta, es box y cuadrilátero. ¿Cómo ser un "poeta arriesgado", un "antipoeta" si nuestros versos aún se siguen leyendo de derecha a izquierda, como relojito oxidado?

domingo, 20 de abril de 2008

Envoltorio con tres poemas

No importa si no estamos en nuestra casa, pero una vez cerrada una puerta ya todo es personal. Las habitaciones y sus presencias se acomodan a la forma de nuestra dirección y nuestro ánimo, terminan por convertirse -en el tiempo que dura la estancia- en prolongaciones, falanges, de un desorden o temperatura propios. Los cuartos de hotel, más allá de su arquitectura pastelosa o descascarada, tienen el carácter de la promiscuidad: lo transitorio. Las personas llegan con la levedad gatuna, con esa fisonomía tan cauta como secreta, para poco a poco poner la pasta de dientes sobre el lavabo, regar los zapatos y colgar las camisas por donde sea, pisar la alfombra con los pies descalzos. Cuando el deseo de colonización esta a punto de cerrarse llega la hora de bajar las maletas y de volver a casa. La habitación queda otra vez vacía y adormilada. Qué es un cuarto de hotel sino una multicancha, una forma que nos hace pensar en los anteriores huéspedes, en su rostro y en su nombre. Coral Bracho dice en Cuarto de hotel:

Comienza a disolverse

Y ahora que quiero ordenar ese hotel
–como se ordenan los objetos sobre una mesa,
como se cambian de lugar el pan
o la sal–
los cuartos comienza a disolverse.
Sopla el viento sobre su base
y cae
muy lentamente,
entre pétalos tenues,
entre papeles.

¿De dónde a dónde?

¿De dónde a dónde abre esta puerta?
¿Qué va dejando
poco
a poco
fuera?

Un catre pequeño

Hay otro inquilino en este cuarto
pero no parece vernos.
Duerme en un catre pequeño,
separado de nuestra cama.
Cada uno de sus enseres
para ir cobrando forma
a medida que pasa el tiempo.
El catre, antes difuso y azulado
como una sombra, es ahora definido
y conciso.

Cualquier camino es Pérec


Apilar libros, o lo que sea, en una silla es signo del protagonismo que estos ocupan en la cabeza y en el afecto de su dueño. Los de arriba son los más leídos, o al menos los más hojeados, los de abajo se conforman con soportar a los de arriba, su trabajo es dar equilibrio. En mi caso los de arriba mañana están abajo y viceversa, pero éste es el orden, empezando por arriba, de lo que hay en una de mis sillas el sábado 19 de abril de 2008: Diccionario de Lengua Española y de Nombre Propios. Los relatos, 3 (Julio Cortázar). Toda suerte de libros paganos (Christopher Domínguez Michael). Programa de Actividades Culturales de la XXIX Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería. Las aventuras de Max y su ojo submarino (Luigi Amara). Antología del Premio de Poesía Aguascalientes, 40 años: 1968-2007. Brevedades (Julio Torri). Pauta No. 102. Mi tablero de cartón para jugar Go. Los perros románticos (Roberto Bolaño). Vocación de estragos (Marco Fonz de Tanya). Poemas [1990-2004] (Régis Bonvicino). Credencial de estudiante. Revista Replicante No.13. Un fólder verde con fichas de examen de la UNAM. Letras Libres No. 73. Blanco Móvil No. 71. Revista Revés No. 53. El poeta y su trabajo No.18. Textofilia No.12. Traducción a lengua extraña (Luis Jorge Boone). Cabaret Provenza (Luis Felipe Fabre). El nombre de esta casa (Julián Herbert). Cuerpo interrumpido (Afhit Hernández). Las hipótesis de Nadie (Juan Manuel Roca). Gahona y Posada, grabadores mexicanos (Francisco Díaz de León). Poemas del viejo indecente (Charles Bukowski).Cuaderno Salmón No. 1. Cuaderno Salmón No. 5. Madre Luz (Lorenzo Ahumada). Tres poemas (Elsa Cross). Aroma del este, antología de la poesía clásica coreana sijo. Talea No.1. Poesía y composición y otros ensayos sobre arte y literatura (Joan Cabral de Melo Neto). Lo creativo y otros ensayos (Robert Creeley). Homo Sonorus: antología internacional de poesía sonora. Medio boleto de autobús. Instrucciones de uso para gel con aplicador en forma de lápiz. La tarjeta de presentación Tanya de Fonz. La tapa del control remoto. Muchas monedas. Un pluma.

sábado, 19 de abril de 2008

Hoy mis lágrimas corren, sin saber bien por que,
he perdido a alguien interesante, a alguien querido
y el recuerdo me hiere...

Quisiera que todos esos recuerdos huyeran de mi,
tal vez si los asusto, tal vez si yo huyo de ellos...

Aún no entiendo como es que terminé llorando

Por alguien que lloraba por mi.

miércoles, 16 de abril de 2008

Del blog de Laura


la que está sentada en la silla es camila, justo atrás se ve a jessica. camila siempre está despeinada, es nueva en la escuela y más alta que los demás, hoy fue sin abrigo y la maestra le prestó una campera. jessica es chaparrita, siempre está muy bien peinada y le encantan las películas de terror. jessica se sienta con beto y están enamorados. a beto le encantan los dinosaurios, querría tener un tiranosaurio rex para morder a todos.vino gerardo méndez a contarles unos cuentos a los nenes de 1ro y 2do. la verdad es que estuvo muy bien, muy divertido. y al final, le regalamos un ejemplar del libro a cada uno de los niños. él les explicó que se los iba a firmar y que iba a ponerles la fecha para que supieran qué día había sido la lectura.dijo "les pongo este número, así saben cuando estuve en la escuela".cuando le tocó el turno a camila, miró la firma y la fecha y le preguntó "¿y el número?". "acá está, es la fecha de hoy -le dijo él-¿qué número querías que te pusiera? ¿tu número de lista?"no -le dijo camila- su número de teléfono"

martes, 15 de abril de 2008

Cuando las balas se jubilan


¿Cómo debe acabar su vida un héroe de películas que se enfrentó a toda una pasarela de maleantes, de metralletas, de bombazos? Lo deseable sería pensar en una sala llena de armas en donde el héroe, esa figura que hoy no tendría relevancia sin la mercadotecnia y los efectos especiales, se sienta a reconstruir con cierta sonrisita orgullosa y superior todas las luchas que tuvo contra los malos para después confundir su verdadera biografía con la de su personaje. Pero horriblemente ese no es el final de ningún héroe cinematográfico, al menos no de uno mexicano. Mario Almada es conocido como uno de los actores que han hecho de la sangre y los balazos el margen que lo rodea. Y aunque es cierto que se han hecho decenas de chistes y de bromas gracias a sus jaladas (que en sentido estricto son las de los directores, los guionistas y los productores) no sobra un pedazo de curiosidad por esa figura a la que sus huesos cada día sostienen menos. Después de haber hecho más de 300 películas y creo que algunas participaciones especiales en muchas otras, Mario Almada ablanda las manos debido a que a si lo requiere el negocio familiar. Mario Almada, hasta donde sé por la revista TVNOTAS, tiene un establecimiento en Cuernavaca de hot dogs. Pero no es el carrito mal pintado donde a menudo comemos cuando estamos borrachos sino uno espacioso donde seguramente los pies no interfieren con la caminata de otras personas. Con poco más de 10 meses de servicio hotdoguero el señor de inmortal arma de fuego y sombrero texano termina por declararle a Omar Argueta, reportero de la revista, situaciones tan desconocidas como apantallantes: “Yo aprendí a prepararlos [los hot dogs] cuando me fui de mojado a Estados Unidos”. “… estoy medio sordo y medio ciego pero sigo siendo Mario Almada.” En la foto central del reportaje aparecen Mario Almada, su hijo Marcos y su nieto Nicolás. Detrás de ellos, eficaz y oportuno, uno de esos anuncios que utilizan las grandes cadenas de comida en donde se anota que el Sándwich Pack cuesta 52 pesos y el Jumbo Pack 59. Es lo único que alcanza a verse, es lo único que justifica la frase de "alabada sea la heroica gastronomía", no importa de qué manos vengativas venga siempre y cuando tape el hoyo de ballena que tengo en el estómago a estas horas.

lunes, 14 de abril de 2008

Laura, donde maman los peces

Cada animal tiene
su propio olor, el tuyo
es el de dos personas que
se encuentran en un cuarto,
en un ascensor y envuelven
un pedazo de silencio
en un papel muy chico.
Un perro que se acerca trae
en los ojos peces.
Te lame la mano
por la palma, por la parte
donde los dibujos se van
a volar en tu brazo.
Y empuja el hocico tibio y
tu sueño el de la noche
cuando el vecino encendió
la luz y ví, en la oscuridad
a los monstruos todos
durmiendo en la cómoda.

***
Todos los escritores jóvenes deben
tener una novia tonta.
Yo fui la tuya una vez.
En la tele escuché que la luz
no tiene lengua. Dos pupilas
enormes y silencio
brotando de cada hueco.
Un vaso cae en la cocina
y los triángulos chispeantes ruedan
hasta llegar al baño.
Un ruido puede
hacerte saltar en pedazos,
así sos vos, encerrado
en la mampara de vidrio
los rayos gotean para
formar un charco y yo
me miro.
Me dijeron que sos tan flaco
porque no te gusta sentarte
pero creo que todo lo que ves
lo guardás en los ojos.
Laura Lobov

Exilios

Hay veces que nos toca ir caminando por la calle con alguien a quien conocemos, se platica, se ve al cielo, se piropea a las chicas –casi siempre mentalmente– y las groserías son el léxico fundamental de la conversación. Todo pasa sin sobresaltos, nos sentimos cómodos hasta el punto de aminorar el calor y los lentes negros, las chanclas de playa y las playeras rosas de los turistas. Pero de pronto, ese alguien tiene que encontrarse con personas que no conocemos o que conocemos muy poco. Es allí cuando nuestras palabras comienzan a adormecerse, donde nosotros mismos comenzamos a bostezar, a aburrirnos, y se comienza a ver lo que ocurre alrededor como la única manera de relajarnos de esa tensión que es haber perdido el interés de nuestro acompañante: un panzón que come cacahuates en una banqueta, una tienda de helados, la bolsa del mandado (zanahorias, papas, una botella de refresco) de una señora, una bella mujer con vestido verde y tenis oscuros. Los ojos se extravían tanto buscando distraerse a como dé lugar, que se termina con la idea de si tanto movimiento no será perjudicial, de si no quedaremos bizcos o virolos. De repente se dice un chiste del que nos reímos más por obligación que por bomba humorística, un comentario de una fiesta a la cual no fuimos invitados y es ahí donde mostramos, con la intensidad y el vigor del fastidiado, gestos que van desde arrugar la nariz y parecer una bruja hasta ese donde sacamos la lengua y la hacemos girar un rato, como helicóptero que vuela. Yo finjo sueño o cualquier otra cosa que me saque de esa charla aguada, chapucera, me despido desvaídamente del amigo y de los que están con él, les doy la espalda y dejo que continúen con su recuento. Como un jugador de futbol que magistralmente inicia un partido pero que termina por anotar cero goles, así me siento mientras me alejo de un grupo que ni me recuerda ni le importo.

domingo, 30 de marzo de 2008

Las respuestas a las preguntas del mundo nunca se hallaran dentro del radio viejo de su vecino.
Sino en si mismo.

En el mundo como tal. Ahí, están las respuestas.

domingo, 16 de marzo de 2008

Hoy he escrito pensando en ti, y tu precisamente sabes a quien le hablo...
Únicamente a mi mejor amigo.



He pasado por un juego con piedritas,
el ganador se llevaría una sonrisa
la cual, colgaba burlonamente de un árbol,
esperando recibir a su dueño.




En el camino he pensado lo útil que sería,
encontrándola fascinante para mi estado.
Una sonrisa,
podría usarla para mi gato
si es que mi imaginación tuviera uno.


Un juego con piedritas.
¿Cómo se jugaba?
-Se las aventaban unos a otros.


martes, 11 de marzo de 2008

Libros malos que me hacen compañia

A menudo mudarse de casa, aguantar una nostalgia no pocas veces cursi, telenovelera, tiende a volverse un ejercicio de la crítica libresca no hecha por nosotros sino por el invisible y casi siempre desatinado destino. Es decir, de las veces que me he cambiado de casa he ido perdiendo libros que en mucho consideraba vitales y matadores, y han quedado, no sé por qué, todos esos manuales de carpintería, tomos bastante gordos de cocina y primeros auxilios, baratijas literarias como las novelas de amor de mi mamá compradas en cualquier puesto de periódicos.Los libros buenos, aquellos que cumplen una función constante de amuletos y objetos de culto, terminan por navegar por territorios que quizá no sospechamos o que no queremos reconocer, terminan en la tribu de la basura, esa comunidad donde la nostalgia, donde los días perdidos de gloria se convierten en la única posesión de todo lo que está en el bote de basura. Sin ánimos de hacer un catálogo de todas las decepciones que he tenido al mudarme de casa, sólo busco decir que intento, mojigatamente, estar bien con los vecinos, no gastar mucho en chunches, estar en la cancha de lo sosegado para no tener que pensar en las mudanzas, en acarrear muebles y amontonar ropa, en no asegurarme de perder irremediablemente cada uno de los libros que me gustan.

viernes, 18 de enero de 2008

Me gustaría ser el chofer del autobús por el simple hecho de tener asegurado el asiento.

martes, 28 de agosto de 2007

Notas sobre Horoskop de José Carlos Irigoyen

Hay ciertos poemarios que dejan la habitación del poema y llegan a la revoltura de las teorías (y con esto no digo que lo teórico sea malo, porque es en la poesía donde es posible que salgan a flote las ideas que como moscos intentan chupar la sangre de lo que les gusta, hay que comer para vivir). El poema y su lenguaje logran paseos, desastrosos o dignos de la anécdota fregona, en los que extraviarnos es la manera de perder el tiempo pero en el sentido de lo gozoso. Todo lo anterior me pasa con el poemario de José Carlos Irigoyen publicado en 2007 por EBL. Y es que no sólo es la contribución a un uso del lenguaje distanciado de las formas y lo establecido lo que me atrae, sino la manera en que lo emplea: el versículo.
La historia de la poesía ha estado ocupada, principalmente, por el verso que se encuentra contenido en cierto número de silabas, rigor impuesto por la poesía religiosa occidental de todos los tiempos sin procedencia “divina”, por la señalización acentual, el pararalelismo de estrofas y de versos y otras tantas cosas de la retórica. Pero es el caso del versículo, al menos para mí, en el que el desenvolvimiento del lenguaje y del pensamiento poético adquiere un grado más notorio de sonoridad y de imagen. Me explico, la intención del poeta, al menos intención dada por la historia y aceptada por muchos, es la de cantar, principalmente. Pero el poema no sólo es una ceremonia del plano estético y aquí me refiero a lo estético en el sentido más entendido pero no por eso más vulgar, sino también de lo histórico. Poema es canto pero también es cuento. Es instrumento de la individualidad humana pero también la situación en que se encuentra reglamentada su sociedad: leyes, códigos, decretos, manuales de lo que sea. Y es en esto en que La Biblia cumple la función de poema, de manual de historia o incluso de libro de ficciones y relatos de avanzada (ovnis que interceptan el discurso del divino, que lo obligan a nombrarlos en su libros porque la fama ya alcanzo intereses más allá de su galaxia).
El verso sirve para cantar, para la explotación de cualidades de las cosas, por ejemplo. La prosa es la manera en que las ciencias prevalecen y la continuación del pensamiento en su versión racional. Entonces el versículo es la eficiente construcción en la que se unen la prosa (lenguaje que cuenta) y el verso (lenguaje que canta). El versículo es la ocasión para contar y para cantar.
Es sin duda una de las musicalidades la del versículo más fascinantes y magnéticas para alguien como yo. En el ritmo del poema fluye el habla cotidiana, la representación de sus sonidos. Nota: no olvidar el poema de Elizabeth Bishop “The House Of Bedlam”. Un poema que va aumentado sus cantidades silábicas hasta llegar al punto en el que el verso raspa el cuerpo de la prosa. El versículo en sí es una lectura del aliento, más que del tono o del acento o de la cantidad silábica. En el versículo el pensamiento muestra sus imágenes.
Es posible llegar a la idea de que el versículo se niega a la clasificación, aunque ya tenga un nombre, en el que no sabemos si es prosa o verso. Pero el hecho de que parezca prosa no significa solamente que responde a un sentido lógico y razonado, como antes dije como la característica de la prosa, sino a la manera en la que el lenguaje se transmite: claridad y e intencionalidad que no supera la pretensión de apantallar con rigores de la retórica y del buen peinado palabrero. No hay que olvidar que la poesía es el lenguaje domesticado. El habla cotidiana, aunque con minas de domesticación, se desata y busca una comunicación y el sonido es el que da el entendimiento. Todo tiene un sonido, pero como no lo notamos pensamos que el lenguaje producido en barrios descomunales de tendederos, vecindades fregadas por el tiempo y la indiferencia gubernamental no tienen una intención sonora. Pero si la tuviera entonces hablaríamos de que son los habitantes de esos sitios los que así lo han decidido. Por eso la forma de hablar conocida comúnmente como popular es más interesante e invitadora (vale madre si el término no existe) que lo fabricado en el laboratorio de los poetas y escritores. Aquí el lenguaje obtiene su sonoridad porque el lenguaje así lo ha querido, no hay manos ni pensamientos que interfieran en su decisión. Lamentablemente la todavía existente actitud de que si no es percibido por el humano no existe, nos limita a escuchar el sonido del lenguaje, o mejor, nos lo negamos a nosotros mismos.
Y es que el libro de Yrigoyen no busca unidades de sonoridad precisa o repetida sino la situación de enmarcar el lenguaje en cotidianeidad sin un fin métrico o acentual. Un poemario que se funda en el vuelo de lo que sea (se aceptan albures) y no en el constante escarbar de un topo. La tierra dura, truena, truena, se abre pero a huevo, muy forzada la cosa.

martes, 14 de agosto de 2007

Pequeñas eyaculaciones

El ejercicio de la escritura es ser devotos de la infelicidad y de la desgracia.

La fregada idea de la literatura (no importa si plagio a Yèpez o no, me tiene sin cuidado) como una de las mayores ecocidas en el planeta es real. El desmadre del blablabla es lo menos importante. Toda escritura es una referencia. No leer nada es acaso la insinuaciòn de que el mundo basta por sì mismo.

Por supuesto que Godzilla surfeo en Playa Calavera, por supuesto que esto ha sido una constante edificaciòn de los diàlogos de Ishikube. Y entonces una manzana vale màs que una manzana.

A veces creo que cualquier desfile, patriotismo en los pasos, bellezas (des)espectaculares, el tururù de lo milicho, es un catàlogo de la casualidad: podemos ver bellezas y escoger una para las imaginaciones de la noche.

Uno de los sitios màs abominables para mi ego, vale madre la funciòn psicològica de esta palabra, es el cafè. Si los Institutos de Cultura son lo snob legalizado, los cafès son su versiòn chiquita. En los cafès pura gente como uno: pinches aburridos todos. Venden buen gusto pero no pueden darme un agua de horchata o una de chìa.

La poesìa se ha plagiado cabròn el sonido del mundo, sòlo que lo recubre con un disfraz mal hecho de ornamentos dizque naturales. El poema es el gran traidor del mundo.

La poesìa es combate.

Siempre he creìdo, y sentido, que leer novelas es una perdida de tiempo. Y en modo alguno todo lo es: lavar los trastes, comer un jamòn, escribir esto, cogerte a una vieja o a un hombre, leer poesìa (poemas, mejor dicho). Pero es en lo gozoso donde las perdidas de tiempo se hacen perdidas de tiempo pero fregonas. La novela, la literatura, ya ha acabado. Pongo mi fe en la mùsica. La novela es zapatos bien madreados y una montaña de condiciones blblìcas: altìtitititititititititisima.

Chingo mi madre y la pobrecita no se rìe.




domingo, 22 de julio de 2007

Cita a manera de contestación para la chica de abajo

"La poesía es inútil pero necesaria"

Presentación de Alforja No. 40

martes, 10 de julio de 2007

La inútil poesía**

-Aunque nos pasemos los días pensando, mirando, quedando sorprendidos
y además creamos ser poetas, lo que hacemos no es productivo.

*¿Y recibo paga si lo hago?
-¡No!




** título de letras libres no.72

domingo, 8 de julio de 2007

Atrapando el viento y uno que otro trovador...

"Atrapando el viento" es el primer cd de un trovador que aún pega sus propios flyers: Emmanuel Roca, un adicto al café espresso, solitario y fumador compulsivo...
Con música de carácter protestante-reflexivo inunda los oídos desprevenidos, aunque es nuevo en el campo ya se siente grande, como para dar autográfos chuecos (lo digo por experiencia)...
Aún así no es tan malo pues su trabajo es ingenioso y tiene un toque juvenil, aunque su "amigo" Kristos diría que le hace falta para llamarse trovador pero como principiante va bien aunque le hacen falta momentos de iluminación para darse a entender con su público.
La música de este chico es más bien de un "aprendiz de trovador" ya será que crezca y no le de por hacerse estrellita marinera, igual si, es chicle y pega no?
Paseador, aprendiz y compositor...
Sin duda una nueva propuesta; el que no arriesga, no gana!

Discurso Victorioso

Patriotas, patriotas de la patria ¿Sabéis lo que significa esta palabra? Porque si no lo sabéis, no seré yo quien os lo explique, porque para eso están los que sí lo saben. No soy yo para que lo diga, ni ustedes para quien lo oigan. No es chisme tampoco. Pero estamos en guerra ¿Y por qué estamos en guerra? ¿Nadie me contesta? ¡No! Pues lo voy a decir. Estamos en guerra, porque como dije antes, y es bueno que os lo diga y es bueno que lo comprendan. ¡Estamos en guerra porque ya estamos! ¿Por qué razones?, ustedes me dirán, y yo les contestaré: Razones fundamentales que todo conglomerado debe entender y son tres: la primera, la segunda y la tercera (¿que cosas, verdad?) Pues así es. Razones que son la esencia misma de la realidad de esta lucha en la que todos debemos, uno por uno, en conglomerado y todos juntos, aportar nuestro granito de arena por insignificante que sea y para lo que sea. Camaradas ciudadanos, conglomerados del mundo, ciudadanos trabajadores. ¡tenéis que luchar por la felicidad de vuestros hijos! Y los que no tengan hijos... ¿no les da vergüenza? A ver cómo le hacen para tenerlos. Porque una patria sin hijos, es como una rosa sin pefume, un café sin azúcar o un vaso de leche sin agua. Ciudadanos, no quiero extenderme más por no ofuscar vuestras mentes con palabras que quizás no sean lo bastantes claras para nuestro pobre entidimiento y raquítico bienestar. Pero no olvidéis aquella frase célebre de un gran sabio portugués que dijo: "Uno para todos y todos para uno". Y con este lema, ¡todos unidos, unidos venceremos! He dicho.

Mario Moreno Cantinflas